Hace unos meses nos llamaron de un colegio para reparar un carril motorizado que había dejado de funcionar.
Se trataba de un carril de unos 8,5 metros de largo, que movía las cortinas en dos mitades.
Revisamos el motor y el mecanismo. Lo primero que nos llamó la atención fue el motor. No conocíamos la marca y aunque el motor funcionaba, las piezas dentadas del interior de carril estaban rotas y la cortina no se movía.
Lo primero que hicimos es intentar localizar las piezas originales, pero después de algunas investigaciones, nos dimos cuenta que el motor era chino y no hay distribuidor ni piezas para recambio.
Ofertamos al cliente un carril nuevo y realizamos la instalación del carril que se accionaba mediante un interruptor.
Este mismo año nos ocurrió algo similar con un cliente que tenia unas mosquiteras chinas que se habían estropeado y la empresa que se lo instaló no supo o no pudo repararlas o ajustarlas.
Muchas veces por ahorrarnos algo de dinero acabamos gastando el doble. Con esto no quiero decir que todos los productos importado de estos países sean de baja calidad, pero hay que tener en cuenta el uso que le vamos a dar y si nos compensa no tener unas garantías mínimas.
Actualmente tenemos instalados y mantenemos sistemas motorizados para diferentes entidades, con garantía de hasta 5 años. Se pueden motorizar todo tipo de carriles de cortinas, persianas, toldos,... Incluso se pueden controlar y automatizar desde un smartphone por un precio razonable.
Es una opción muy interesante para casas con grandes ventanales (tipo passivhaus), propietarios de edificios, oficinas y lugares de actividad diurna, ya que se puede controla la iluminación natural del interior y reducir el consumo energético en aire acondicionado y calefacción con una gestión centralizada adecuada.
Otra gran ventaja es el confort que se proporciona al usuario.
Si quieres ver una demostración llámanos o envíanos un correo.
